LEWIS CARROL
LEWIS CARROL
El
personaje de Alicia está basado en la niña de diez años Alice Liddell (foto que
encabeza esta entrada), una de las hijas de una familia amiga de Carroll de la
que, y así lo aseguran varias fuentes, el escritor podría estar enamorado. Y es
que Lewis Carroll ha sido acusado en más de una ocasión de ser un pedófilo,
pues gustaba mucho de fotografiar a niñas desnudas (con el consentimiento de
sus padres, eso sí) y de dar largos paseos con ellas por la rivera del río
Támesis, cerca de Oxford.
En
fin, polémicas aparte, en una de esas caminatas junto con el reverendo Robinson
Duckworth, y con Alicia Liddell y dos de sus hermanas, Carroll inventó este
cuento para entretener a las niñas. Aquello resultó en un éxito tal (sobre todo
con la pequeña Alicia) que, posteriormente, decidió escribir todas aquellas
historias juntas en un libro.
Años
después, y con la invención del séptimo arte, comenzaron las adaptaciones
cinematográficas del libro, las cuales han llegado hasta nuestros días con
versiones más o menos acertadas y para todos los gustos. Vamos, pues, a dar un
repaso a todas ellas, fijándonos en la evolución del propio personaje principal
de Alicia.
En
1903 se estrena ‘Alice in Wonderland‘ (Foto 1), la primera adaptación visual
del mundo de Alicia, cine mudo británico de los directores Cecil Hepworth y
Percy Stow. Memorable por sus efectos especiales, el British Film Institute
consiguió la única copia original que existe, la restauró y la tintó.
Actualmente ha sido distribuida por varios medios; en su entrada en Wikipedia
se puede ver el filme completo, de algo más de ocho minutos de duración. La
actriz que interpretaba a Alicia era May Clark.
ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
Alicia
en el país de las maravillas, es una obra de literatura creada por el matemático, lógico y
escritor británico Charles
Lutwidge Dodgson, más conocido bajo el seudónimo de Lewis Carroll. El cuento está lleno de alusiones satíricas a los amigos de Dodgson,
la educación inglesa y temas políticos de la época. El País de las Maravillas
que se describe en la historia es creado básicamente a través de juegos con la lógica, de una forma tan especial que la obra ha llegado a tener popularidad
en los más variados ambientes, desde niños o matemáticos hasta psiconautas.
En
esta obra aparecen algunos de los personajes más famosos de Carroll, como el Conejo Blanco, El Sombrerero, la Oruga azul, el Gato
de Cheshire o la Reina
de Corazones;1 quienes
han cobrado importancia suficiente para ser reconocidos fuera del mundo de Alicia.
Sólo
se conservan 23 copias de la primera edición de 1865, de las cuales 17
pertenecen a distintas bibliotecas, y las restantes están en manos privadas. El
libro tiene una segunda parte, menos conocida, llamada A través del espejo y lo que Alicia
encontró allí (Through the looking-glass, and what Alice
found there, de 1871). Varias adaptaciones cinematográficas combinan elementos de ambos
libros.
La
obra ha sido traducida a numerosos idiomas, incluido el esperanto. En 1998, un ejemplar de la primera edición del libro se vendió en subasta por
la suma de 1,5 millones de dólares, y se convirtió así en el libro para niños más caro hasta ese momento
REPRESENTANTES EN AMÉRICA LATINA DEL NATURALISMO
El naturalismo es un estilo artístico surgido en el último tercio del siglo XIX, su sabe fue “solo lo real y todo lo real”. Lo importante es asumir una actitud crítica que despierte conciencia social y política. Además de lo preciso, sencillo y natural.
Autores:
Jorge Icaza
Coronel
(Ecuador 1906 – 1978),
escritor y novelista. Representante de la narrativa indigenista. Su fama se
debe a la obra narrativa “Barro de la Sierra” en 1933 y luego su primera novela
Huasipungo en 1974. Ganador del premio nacional de literatura en su país en
1935 con la novela “Las calles”.
Mariano Azuela
(México 1873 – 1952), médico,
crítico literario y escritor mexicano, obtuvo notoriedad por sus narraciones
ambientadas en la época de la revolución mexicana de 1910.Sus obras más destacadas son:
María luisa y Andrés Pérez y Los de abajo.
Ricardo Güiraldes
(Argentina 1886 – 1927),
novelista y poeta argentino. Hizo de la Pampa Argentina un escenario propicio
para la ficción regionalista, de aquí nace “Don segundo sombra” especie de
poema en prosa que describe la vida de los hombres de Pampa.
Horacio Quiroga
(Uruguay 1878 – 1937)
cuentista, y poeta uruguayo. Fue maestro del cuento latinoamericano,
naturalista y modernista.
Sus libros más importantes
fueron: El crimen del otro y Cuentos de amor, de locura y de muerte.
Miguel Ángel
Asturias
(Guatemala 1899 -1974),
estudio derecho y antropología en la Sorbona de París. Su primera obra fue
“Leyendas de Guatemala” en 1930, es una colección de cuentos y leyendas
mayas. La novela que le ha dado la fama internacional es “El señor
presidente” en 1946
"SIN OLOR A PUEBLO"; LA POLÉMICA SOBRE EL NATURALISMO EN LA LITERATURA ARGENTINA
Título: Sin “olor a pueblo”: la
polémica sobre el naturalismo en la literatura Argentina
Autor: Laera, Alejandra
Publicación:
Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2010
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Ficha #7
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“En
el primer período —que llamo de inflexión naturalista— no había novelas
nacionales para fundamentar la adhesión o el rechazo: el blanco de la
polémica está condenado a la discusión sobre la literatura extranjera,
exhibiendo también la ausencia de una tradición nacional en la que apoyarse.
Literalmente eco de la polémica francesa, la discusión gira alrededor de la
llegada y la recepción en Buenos Aires de los libros de Émile Zola. “¿Cuál es
el secreto del éxito de un libro tan inmoral?” se pregunta un comentarista de
La Nación refiriéndose a Nana.2 La respuesta advierte sobre los riesgos
morales de este tipo de lecturas y dictamina que “la decencia pública no
permite que se escriban”.
el naturalismo con su máximo exponente Emile
Zola,con quien se profundizan las
características documentalistas y explicativas llega a Argentina para
convertirse allí el primer país donde crece el periodismo partir del
naturalismo, es decir, se contaba detalladamente los hechos reales de la
dictadura Argentina del siglo xix que allí se explicaba lo que pasa y que
posteriormente sería censurado. Pero las características son las que después
serían llamadas las del nuevo periodismo de Truman Capote quien con Sangre
Fría se reconocería el periodismo contado en forma de novela.
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PALABRAS
CLAVES
Naturalismo
Riesgo
Moral
Característica
periodismo
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COMENTARIOS: Alejandra Laera: no podría hacer otra cosa en
su vida más que leer y escribir. Es una convencida de la importancia cultural
y política de la actividad intelectual. Sobre su escritorio descansan un
montón de papeles y notas junto a su laptop, varias pilas de libros que
responden a las diferentes cosas con las que trabaja en este momento
(Rancière, la poesía de Vallejo, un libro de Sergio Chejfec, la preparación
de la novela de Barthes y “mucho Sarmiento”, cuenta).
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Elaborado por: Laura
Acevedo Rojas
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Abril
2015
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ANTÒN CHEJOV
EL
DELINCUENTE
Autor: Antón Chéjov
Ante el juez está un mujik pequeño y extremadamente
escuálido, vestido con una camisa de abigarradas colores y con unos calzones
remendados. Su rostro velludo, comido de picaduras, y sus ojos apenas visibles
bajo las espesas y colgantes cejas, tienen una expresión de gravedad taciturna.
Sobre la cabeza lleva todo un gorro de pelo enmarañado que no ha sido peinado
hace tiempo y que le da un aspecto de severa araña. Está descalzo.
—¡Denis Grigoriev! —empieza a decir el juez— ¡Acércate y
contesta a mis preguntas!… El día siete de este mes de julio, el guardavía,
Iván Semion Akinfov, en su recorrido matinal de la línea y en la versta ciento
cuarenta y uno ce sorprendió destornillando la tuerca del riel. ¡He aquí la
tuerca!.. Cuando se detuvo, estabas en posesión de dicha tuerca. ¿Fue o no fue
así?
—¿Qué?…
—¿Ocurrió todo según lo explica Akinfov?
—¡Claro que ocurrió!
—Bien… ¿Y para qué destornillabas esa tuerca?
—¿Qué?…
—¡Basta de ques y contesta a lo que se te pregunta! ¿Para
qué destornillabas la tuerca?
—¡Si no hubiera habido necesidad…, no la habría
destornillado!… —dijo Denis con voz ronca y mirando de reojo el techo.
—¿Y para qué necesitabas la tuerca?
—¿La tuerca?… Con las tuercas nosotros hacemos pesos.
—¿Y quiénes son “nosotros”?
—¿Nosotros?… ¡Pues la gente!… ¡Los mujiks de Klim!…
—¡Oye, hermano! ¡No te hagas el idiota y contesta
juiciosamente! ¡No vengas aquí mintiendo con eso de los pesos!
—¡Desde mi nacimiento que no he mentido…, y ahora resulta
que miento!… —masculla Denis parpadeando—. ¿Acaso, señoría, puede uno hacer
algo sin peso?… ¿Acaso se va a ir el gancho a fondo…, si uno quiere colgarle
algo…, o si no lleva peso? ¡Que miento!… —Denis sonríe sarcástico—. ¿Acaso va a
estar mecido el diablo en el cebo para tenerlo tieso?… ¡Hay peces…, como el
okuñ o la schuka, que están muy hondos!…, ¡Flotar…, solo flota el schilispei…,
pero en nuestro río no hay schilispei!… ¡Ese es un pez que le gusta ir muy
ancho!…
—¿Y para qué me cuentas todo eso de los schilispei?
—¿Qué?… ¿Pues no me lo está usted preguntando?… ¡Si hasta
los mismos señores pescan así!… ¡Si ni el más mocoso iría a pescar sin peso!…
¡Claro que el que no sepa… se iría a pecar sin peso!… ¡A un tonto no le vale
ninguna ley!
—Dices entonces que desatornillaste esta tuerca para
utilizarla como peso.
—¿Y cómo no? ¡No la iba a coger para jugar!
—Para peso podías, haber cogido una bala, un poco de
plomo o un clavo cualquiera…
—¡El plomo no anda tirado por el camino… y un clavo no
sirve! Mejor que la tuerca, ¿qué va uno a encontrar?… Pesa y tiene un agujero.
—¡Miren cómo se hace el tonto! Parece enteramente que ha
nacido ayer o que se ha caído de un guindo… ¿Es que no comprendes, cabeza de
chorlito, las consecuencias que podía haber traído ese destornillamiento?… ¿Que
de no haber reparado en él el guardavía, podía haber descarrilado el tren y
podía haber habido muertes?… ¡Tú hubieras sido entonces el que matara a esa
gente!
—¡Dios nos libre, señoría!… ¿Para qué matar?… ¿Acaso no
está uno bautizado o es uno un criminal? A Dios gracias, buen caballero, ya
lleva uno vivido bastante…, y de eso de matar… ¡ni siquiera le ha pasado a uno
por la cabeza! ¡Dios nos libre!… ¡Virgen Santísima!…
—¿Y por qué entonces, según tú, ocurren los
descarrilamientos?… Se destornillan dos o tres tuercas ¡y ya tienes ahí el
descarrilamiento!…
Denis sonríe con sarcasmo e incredulidad y mira al juez
guiñando los ojos.
—¡Vaya!… ¡Tantos años que lleva el pueblo destornillando
tuercas y Dios guardándole a uno, y ahora que si el descarrilamiento…, que si
matar a la gente!… Si yo…, pongo por caso…, hubiera levantado un riel…, o
plantado un tronco en mitad de la vía…, entonces puede ser que el tren se
hubiera desmandado…, pero que porque uno… una tuerca…
—¿Pero no comprendes que con las tuercas se sujetan los
rieles?
—¡Eso ya lo comprende uno!… ¡Por eso no las destornillamos
todas! ¡Dejamos muchas!… ¡No lo hace uno así…, a lo tonto!… ¡Comprendemos!…
Y Denis, que bosteza, traza una cruz sobre su boca.
—El año pasado, en este lugar, descarriló el tren —dice
el juez— y ahora queda aclarado el porqué.
—¿Cómo manda usted?…
—Digo que ahora se explica porqué el año pasado hubo aquí
un descarrilamiento. ¡Ahora lo entiendo!
—¡Pa’eso son ustedes instruidos! ¡Pa’entenderlo todo,
bienhechores nuestros!… ¡Ya sabe el Señor a quién da conocimiento!… Ahora que…
usted aquí juzga el porqué y el porqué no…, mientras que el guardavía, que es
un mujik tal como uno que no tiene comprensión…, te agarra por el cuello y te
lleva… ¡Primero hay que juzgar a la gente, luego llevársela!… ¡Cuando se dice
mujik… es porque así tiene uno la inteligencia!… ¡Y puede apuntar también que
me pegó dos veces en la cara y una en d pecho!
—En tu casa, cuando se hizo el registro, se encontró otra
tuerca más. ¿Cuándo y en qué sitio la destornillaste?
—¿Qué tuerca dice usted?… ¿La que estaba debajo del
baulillo colorado?
—No sé dónde estaba; lo que sé es que la encontraron.
¿Cuándo la destornillaste?
—Yo no la destornillé. Me la dio Ignaschka, el hijo de
Semion el tuerto… ¡Hablo de la que estaba debajo del baulillo…, que la que
estaba en el patio, en el trineo, la destornillé con Mitrofan!…
—¿Qué Mitrofan?
—Mitrofan Petrov. ¿Acaso no le ha oído usted nombrar?…
Hace las redes y se las vende a los señores. Necesita muchas tuercas de esas…
¡Cada red le lleva por lo menos diez!…
—¡Oye!… El artículo mil ochenta y uno del Código penal
dice: “Todo desperfecto cometido intencionadamente contra el ferrocarril,
cuando constituya peligro para dicho medio de locomoción, ejecutado por el
culpable con conocimiento de que sus consecuencias pueden resultar una
catástrofe.” ¿Comprendes?… ¡Tú eso lo sabias! ¡No podías dejar de saber a qué
conducen esos destornillamientos!… “Está castigado con el destierro y los
trabajos forzados.”
—¡Claro! ¡Usted tiene que saber eso mejor!… ¡Uno tiene
más cerrada la mollera! ¿Acaso entiende uno de algo?
—¡Lo entiendes perfectamente! ¡Estás mintiendo y
fingiendo!
—¿Y pa’qué iba a mentir?… Pregunte por toda la aldea si
no me cree…, ¿qué pez le va a uno a picar sin el peso?…
—Bien… ¿Es que vas a empezar a contarme más cosas de los
schilispei? —sonríe el juez.
—¡Si en nuestras tierras no hay schilispei!… ¡Si cuando
uno va a pescar con mariposas a flor de agua y sin peso… lo más que saca es un
pez golav… y pa’eso… muy rara vez!
—Bueno, cállate ya.
Se hace un silencio. Denis se apoya tan pronto en un pie
como en otro, mita a la mesa forrada de paño verde y parpadea mucho como si en
lugar de una tela fuera el sol lo que tiene delante. El juez escribe deprisa.
—¿Puedo irme? —pregunta Denis después de un cono
silencio.
—No. Tengo que ponerte bajo vigilancia y mandarte al
calabazo.
Denis cesa de parpadear y arqueando las espesas cejas
mira interrogativamente al funcionario.
—¿Cómo al calabozo, señoría?… ¡No tengo tiempo!… ¡He de
ir a la feria!… ¡Egor tiene que pagarme tres rublos por el tocino!
—¡Calla y no me molestes!
—¡Al calabozo!… ¡Si al menos hubiera motivo, uno iría,
pero así porque sí!… ¿Por qué culpa?… ¡Si no he robado y si al paraca… no me he
pegado!… Porque si su señoría se refiere al tributo… no tiene que creer al
starasta… ¡No tiene alma de cristiano ese starasta!…
—¡Pero si estoy codo el tiempo callado!… —masculla
Denis—. ¡Lo que pasa es que el starasta le ha metido un embuste y esto yo…,
hasta por juramento!… ¡Mire…, somos tres hermanos: Kuzma Grigoriev, Egor
Grigoriev y yo, Denis Grigoriev!…
—Me inoportunas… ¡Eh!… ¡Semion! —llama en voz bajad juez—
¡Llevárselo!
—¡Somos tres hermanos!… —masculla Denis cuando dos
robustos soldados le sacan del cuarto—, ¡Pero el hermano no tiene que pagar por
el hermano!… ¡Kuzma no paga y tú, Denis, vas a tener que responder por él!…
¡Vaya jueces!… ¡Lástima que haya muerto el difunto señor general, que en paz
descanse!.. . ¡Si no… ya hubiera hecho él ver a los jueces! ¡Hay que saber
juzgar… y no juzgar así porque sí!… ¡Bueno que le azoten a uno… pero que sea
por algo…, por alguna acción! ¡Por conciencia!…
Acerca del autor.
Antón
Pávlovich Chéjov (29 de enero de 1860 Badenweiler (Alemania) 15 de julio de
1904) fue un médico, escritor y dramaturgo ruso Encuadrable en la corriente
Realista Psicológica, fue maestro del relato corto, siendo considerado como uno
de los más importantes escritores de cuentos de la historia de la literatura.1
Como dramaturgo escribió unas cuantas obras, de las cuales cuatro son las más
conocidas, y sus relatos cortos han sido aclamados por escritores y crítica.2 3
Chéjov compaginó su carrera literaria con la medicina; en una de sus cartas4
escribió al respecto:
LA CUESTIÓN SOCIAL EN LA LITERATURA DEL REALISMO-NATURALISMO: DOS DRAMAS DE MINEROS
Título: La cuestión social en la literatura del realismo
naturalismo: dos dramas de mineros
Autor: José Manuel González
Herrán
Localización: Universidad de Santiago de Compostela
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Ficha #6
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José Manuel González se encargó de reconstruir y de comparar dos
historias que para muchos estudiosos no eran tan significativas dentro de un
contexto de evolución social, estos trabajos hablaban sobre la cuestión
social que vivió Francia y España (países de origen de Zola y Alas
respectivamente). Y de ahí pudo concluir un significado para la literatura
obrera: “es, sino la única, la que mejor refleja o representa el impacto
literario de la llamada cuestión social”.
“Con
todo, sería injusto olvidar un importante caudal de textos en las letras
españolas de este período. los que constituyen la llamada literatura obrera:
«obrera» no tanto por la condición social o económica de sus autores (aunque
alguno excepcionalmente lo fuese) como por la de sus potenciales
destinatarios (no siempre podremos hablar de lectores), a tenor precisamente
de la temática y protagonistas de sus asuntos”
Que la cuestión social ofrece dos dramas:
La primera diferencia se observa ya en
relación de personajes que intervienen en las historias
Mientras que en Germinal son más de 20
con sus nombres y apellidos
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PALABRAS
CLAVES
Evolución
Social
Literatura
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Elaborado por: Laura
Acevedo Rojas
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Abril
2015
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LITERATURA RUSA
LITERATURA RUSA
Gógol
La
narrativa rusa alcanzó su apogeo a lo largo de las tres décadas que siguieron a
la muerte de Gógol, acaecida en 1852. La figura del novelista y autor de
relatos breves, Iván Serguéievich Turguéniev, un hombre de letras de amplia
cultura, se yergue en el centro de esta época. Amigo de los más destacados
artistas y escritores de su tiempo, tanto de su país como de la Europa
occidental, favoreció la introducción de la cultura europea en la rusa.
Tolstói
Novelista,
filósofo moral y social, y conde, Liev Nikoláievich Tolstói fue un hombre de
intereses variados pero unificados por sus esfuerzos para descubrir y propagar
verdades esenciales sobre la naturaleza de la existencia humana. Su novela
realista Guerra y paz (1865-1869) es una visión épica de la invasión de Rusia por
Napoleón en 1812, en la cual se interroga acerca del problema del significado y
la naturaleza de la historia y la posición del ser humano como centro de la
misma, una de las diversas ideas unificadoras de la novela. El tema central, la
historia de varias familias rusas cuyos complejos destinos parecen abarcar
todas las posibilidades de la existencia humana, va más allá de la mera
descripción de un panorama histórico concreto.
Dostoievski
Los
críticos se refieren a menudo a la 'iluminada' racionalidad que inunda la obra
de Tolstói. En cambio, al novelista Fiódor Mijáilovich Dostoievski se refieren
en términos completamente opuestos, pues fue un autor cuya obra discurrió
siempre por los terrenos de lo irracional, exploró las profundidades de las
experiencias más dispares y encontró sus situaciones dramáticas en los extremos
del comportamiento humano, como el asesinato, la rebelión y la blasfemia. En su
extraordinaria novela Crimen y castigo (1866) describe a un asesino que comete
sus crímenes movido por una serie de complejos motivos y que, por fin, tras
terribles sufrimientos, se reconcilia con un mundo imperfecto
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